La explotación salinera

Las Salinas de Torrevieja, produce distintos formatos de sal marina para su venta tanto en el mercado nacional como en el mercado internacional, dedicando casi el 50% de su producción a la exportación. Las exportaciones tienen lugar a través del puerto.

Gracias a estas instalaciones se pueden cargar barcos de sal de hasta 30.000 toneladas de capacidad. Los principales destinos son los países del norte de Europa y puntualmente Estados Unidos.

El proceso de elaboración de la sal, consiste básicamente en el lavado, la molienda a distintas granulometrías en función de las especificaciones de los clientes, el secado en un horno de gas natural, el envasado en sacos de 25 Kg. y Big Bags de 1.000, 1.200 y 1.500 kg. y ya por último en la carga y expedición por vía terrestre o marítima.

En determinados formatos, también se les puede añadir algún tipo de aditivo como es el caso de la Sal Yodada recomendada para cubrir carencias nutricionales de este elemento, sobre todo en los países del tercer mundo ya que ayuda a prevenir enfermedades derivadas de la deficiencia del yodo.

Otro aditivo utilizado habitualmente es el antiapelmazante empleado para la Sal de deshielo ya que facilita su dispersión.

La sal es el único mineral que es comestible y además junto con el agua, el único producto alimenticio que no tiene fecha de caducidad.

Otro dato curioso es que la sal tiene más de 14.000 usos.  Los principales son:

·        El deshielo para carreteras.

·        La industria química: para la fabricación de plástico (se utiliza el Cloro) o la fabricación de vidrio (se utiliza el Sodio).

·        En la industria textil: para la fijación de los colores o la deshidratación de las pieles.

·        En la industria farmacéutica: sueros salinos.

·        En la alimentación animal para la elaboración de los piensos.

·        Y el más conocido, para la alimentación humana ya sea para consumo directo o para la conservación de alimentos mediante la técnica de salazón.